lunes, 6 de septiembre de 2010

VESTALES


Definitivamente el mundo cambia, todo cambia. . .  en realidad no, pensando seriamente en esta frase inical considero que el mundo sigue siendo el mismo desde su creación - con la teoria del origen que gustes creer- sin embargo la mentalidad de nosostros como seres humanos es la que ha cambiado a 360º.
Hace un par de días buscando información sobre las vestales me fui a dar un paseo-jijiji obviamente virtual- por la vieja Roma, quedé maravillada en diferentes aspectos, el primero de ellos en ver la selección de mujeres -niñas no mayores de 10 años- para ofrecer un servicio a su pueblo durante 30 años, después de los cuales podían hacer su vida como más les gustara; el otro aspecto es el de los castigos que se les daba a estas mujeres por romper con alguna de las normas ya fuera de castidad o de silencio- la lapidación si que era un castigo- .
Las vestales eran las encargadas de cuidar el fuego sagrado, mujeres con poder en todos lo sentidos y respetadas por el pueblo entero. Lo que en el sentido estrictísimo de la palabra llamaríamos mujeres públicas- no públicas en el sentido actual que se tiene- tal vez esa era una de las razones por las cuales eran castigadas ferozmente si rompian con la castidad o el silencio.



Sin embargo hubo quién incrmento mi curiosidad por esta figura y me guió hasta los libros esotéricos y encontré un significado, si bien  no discordante, si con un significcado más profundo.
Cuando hablaba de que el mundo no cambia, fue justamente por reflexiones a partir de mi lectura de algunos materiales esotéricos. Para aquellos religiosos y fanáticos no les caería mal dar una leída a estos materiales, no por el hecho de llamarlos a las filas gnostícas o esotéricas, sino más bien por algunas interpretaciones que no dañarían al mundo. Encontré un libro de Samael Aun Weor en el que describe la perfecta relación de pareja y me dejó con la boca abierta- bueno más o menos jeje- en este material se concibe a toda mujer como una vestal es decir la sacerdotiza de su sacerdote -hombre, sacerdote en el sentido místico no de profesión o de figura religiosa- aquella mujer que cuidara el fuego sagrado en esa relación. Es aqui donde la belleza de las relaciones humanas entra, porque el fuego sagrado no hace referencia a la llama sexual como algunos dirían muy a la ligera, hace referencia al fuego de las relaciones humanas que se presentan desde la verdad y el respeto hasta la unión física de amor y respeto en la pareja.

Ese fuego sagrado inicia en uno mismo, principalmente como mujeres, con la pureza y castidad de pensamiento y acción, con el respeto hacia una misma y después con los demás. Transmitir y compartir este fuego con su pareja  con quien debe estar plenamente unida por los 7 puntos de los que habla Samael. Esta es la fórmula secreta para una relación duradera en pareja y para una verdadera evolución como seres humanos. Es la forma de mantener a la humanidad.
Es hermoso concebir a toda mujer como una vestal, pero es más hermoso aún provocar en nosotras mismas ser una de ellas, ser esa MUJER PÚBLICA DE RESPETO, que mantiene erguida la cabeza y embriagado el corazón de pureza y amor.

Martín Valverde habla de la mujer y me gustó la forma en que lo hizo, en sus palabras y desde su fe y religiosidad apoya estas "extrañas" "teorias" y habla de la importancia y la fuerza de la mujer, de como es parte de ese soporte de la vida cotidiana para elevarse a cuestiones místicas más profundas. Revisa este video de Valverde http://www.youtube.com/watch?v=POxtIy57ngE y podrás ver que la mujer funciona como un verdadero engranaje en el mundo. En la concepción de un mundo nuevo, así como lo proponen los grandes maestros de la humanidad como el Cristo, Buda, Gandhi, Teresa de Calcuta, Martin Luther King tan sólo por mencionar a algunos.



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